ESTUDIA
Es puerta de la luz un libro abierto,
entra por ella niño que de seguro será para ti
en lo futuro, Dios màs visible su poder más cierto.
El ignorante vive en el desierto
donde es el agua poca y el aire impuro,
un grano le detiene el pie inseguro...
camina tropezando vive muerto.
Es ese de tu edad abril florido,
recibe el corazón las impresiones
como la cera el toque den las manos,
estudia y no serás cuando crecido,
ni el juguete vulgar de las pasiones,
ni esclavo servil de los tiranos.
MI CARITA
Yo tengo una carita
que parece una casita.
Los pelos de la cabeza
parecen que son las tejas.
Los ojos son dos ventanas
que se abren por las mañanas.
La boca es una puerta
que siempre la tengo abierta.
Y en el centro la nariz
que es un timbre que hace así:
!ring, ring, ring!.
MI PERRA LUNITA.
Yo tengo una perra
se llama Lunita
es pequeña y blanca
un suave pompón.
Ella salta y corre
a veces se eleva
de tan veloz que es.
Cuando me mira y sonríe
sale la luna y el sol
quiero tanto a Lunita
que mis brazos
se hacen cuna para
abrazarla mejor.
Mi perra callejera
la trajo el viento
cansada y hambrienta
estuvo seis meses
sin poder ladrar,
ahora canta y ruge
con su aullido de terciopelo,
mi perra Lunita es la mejor.
DOÑA ROSA LA MANZANA.
Doña Rosa, la manzana,
va rodando entre las sillas.
Tiene adentro un gusanito
que le hace muchas cosquillas.
Una pera la saluda:
—Buenos días, doña Rosa.
Y se ríe la manzana
porque sí o de cualquier cosa.
—Ja ja já, señora pera,
¡luce usted de maravilla!
—Más o menos, doña rosa:
hoy estoy muy amarilla.
—Ja ja já, pobre vecina:
hoy no se siente bien.
— ¿Y de qué se ríe, Rosa?
¿No ve que ando mal de piel?
—Ja ja já, querida pera,
no me río de malicia.
Es que guardo un gusanito
que la panza me acaricia.
—Yo la ayudo de inmediato
y el problema se le pasa:
¡gusano! —grita la pera—,
¡andá a buscarte otra casa!
Abandona el gusanito
su vivienda tan lozana.
Con su gorro de linyera
va a buscar otra manzana.
Pasa el tiempo y doña Rosa
va muy seria y muy precisa
a pasear con doña pera,
pero… ¡ha perdido la risa!
Se arrepienten ambas frutas
de haber echado al gusano
y van juntas a rogarle
que regrese vivo y sano.
El gusano no lo piensa
ni siquiera media vez,
y regresa a su manzana.
—Ja ja já —ríen los tres.
jueves, 6 de octubre de 2011
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